Pertenece a la familia de la Iridáceas, engloba diversas variedades cono la fresia Armstrongii, la fresia refracta, alba, leichthinii y xanthospila. Llamada asi en honor a F.H. Freese, médico alemán del siglo XIX, tiene su origen en el sur de África y se dice que es el símbolo de la inocencia.
Se trata de una bulbosa, un tipo de planta que posee un tallo subterráneo con forma de cebolla. La fresia alcanza entre 20 y 40 cm. de altura y posee hojas largas y estrechas, de color verde oscuro, que alcanzan una longitud de más de 15 cm. Las flores son acampanadas, de unos 3 ó 4 cm. de largo, con colores muy variados, desde el blanco hasta el violeta o rojo.
La planta florece anualmente, en primavera, manteniéndose durante unos quince días fresca y viva, con una fragancia muy agradable y embriagadora.
Plantación en otoño aunque se puede reproducir por semillas, lo habitual es plantar los bulbos. La época para sembrarlos es el otoño, siempre que no haga mucho frio, porque la fresia no aguanta bien las heladas. En caso de ser un clima duro, conviene hacerlo al final del invierno. Lo más adecuado es ubicarlos en un lugar donde dé bien el sol, ya sea en suelo o en macetas, y siempre con una tierra fértil, incluso abonada previamente, ya que necesita muchos nutrientes.
La profundidad a la que se tienen que colocar es de algo menos de 10 cm. y con una distancia similar entre ellos para que puedan crecer nuevas raíces. Además, conviene situar una vara al lado de cada bulbo, porque facilitara que la planta se enderezca cuando vaya creciendo.
Cuidados es un vegetal poco afectado por parásitos, por lo que no serán un problema a tener en cuenta. En cuanto al riego, debe efectuarse cada dos o tres días cuando brota y florece. Luego se espacia más y finalmente se suspende cuando se seca. Conviene que las fresias estén siempre situadas al sol, porque son la temperatura y la intensidad de la luz las que regulan la floración, que se produce unas ocho semanas tras la plantación, y garantizan un crecimiento adecuado.
Recolección cuando la planta está ya seca y la tierra no tiene humedad, hay que recolectar los bulbos que servirán para el próximo año. Es importante dejarlos al aire y después guardarlos en cajas en un lugar seco, separados por colores, para evitar que éstos se mezclen en próximas temporadas. De lo contrario, las flores tienden con el tiempo a adoptar un tono anaranjado debido a la mezcla de colores.